Dos cascadas de 12 y 30 metros se imponen en el paisaje serrano que recibe a los visitantes. En la antigua Mesoamérica este paraíso natural contribuyó a la agricultura durante 18 siglos
Ubicadas en la localidad de San Isidro Roaguía, las Cascadas petrificadas de Hierve el Agua son una de las maravillas naturales de Oaxaca De la agricultura a atractivo turístico Las singulares cascadas son formaciones de agua carbonatada proveniente de manantiales que alimentan a las albercas naturales que se han formado con el paso de los años.
Dos cascadas de 12 y 30 metros se imponen en el paisaje serrano que recibe a los visitantes. Mesoamérica En la antigua Mesoamérica este paraíso natural contribuyó a la agricultura durante 18 siglos, por los sistemas de riego con 6mil 500 metros de canales, que los antiguos zapotecas implementaron en este lugar. Realizaron la construcción de 400 terrazas que datan del año 300 a.C. hasta 1350 d.C.
Los agricultores extraían a mano con recipientes el agua de riego para las plantas, a este tipo de riego se le conoce como riego a brazo, por lo que lograron un desarrollo agrícola, que permitió sustentar a sus núcleos.
Aunque se podría creer que el nombre de 'Hierve' alude a aguas calientes, esto no es así, ya que éstas son aguas naturales carbónicas con una elevada cantidad de dióxido de carbono gaseoso el cual proviene del magma subterráneo, su temperatura normal está entre los 25 a 27 grados centígrados.
La formación de las cascadas se ha ido realizando a través de cientos de años y esto es posible por las leves caídas de agua saturada con carbonato de calcio que se van apilando y también le da apariencia blanquizca a las rocas.
El agua del manantial de Hierve el Agua contiene concentraciones elevadas de iones de calcio y de bicarbonato, por lo cual se han podido preservar registros arqueológicos de los antiguos zapotecas.
Los investigadores muestran que este sitio no sólo es reconocido por la audacia de los zapotecas en la proyección de sistemas de riego, también fue estudiado por la producción de sal por medio de evaporación.
El área abarca 50 hectáreas, las cuales resguardan una pirámide, plazas, residencias y terrazas. Un lugar para disfrutar Actualmente, este majestuoso lugar es visitado por miles de turistas nacionales y extranjeros, ya que su maravillosa vista y las albercas naturales con un característico color turquesa invitan a una estancia placentera.
Hierve el Agua se encuentra a tan sólo 70 km de la Ciudad de Oaxaca y a unos minutos de la zona Arqueológica de Mitla. El aprovechamiento del espacio permite a los lugareños brindar servicios de ecoturismo como paseos en bicicleta, renta de cabañas y venta de comida típica.
Para llegar a este asombroso espacio se puede tomar la carretera 190, pasando Tlacolula de Matamoros hasta llegar a Mitla, donde se toma la carretera hasta el municipio de San Lorenzo Albarradas, el viaje aproximado es de hora y media.
"Es un lugar magnífico": turistas En una aventura en motocicleta, Juan realiza un viaje desde la Ciudad de México con un grupo de 15 motociclistas que se decidieron a emprender el viaje por Oaxaca, "me gusta el paisaje, pero sobre todo estar entre las montañas, no me imaginé tener una alberca en medio del cerro y ver todo este panorama, está muy padre", apuntó.
"Este lugar es algo nuevo para mí, sobre todo porque no lo hay en nuestro estado, el agua está muy rica, la gente es muy agradable; pero sobre todo no hay necesidad de irse de México para ver este tipo de lugares, aquí tenemos todo", comenta Sandra, turista de Puebla.
Entre mitos y dichos Este lugar milenario, con tradición zapoteca y vestigios prehispánicos también guarda entre los dichos populares algunos mitos. Uno de ellos es que Condoy, rey de los mixes gustaba de este tipo de aguas, las cuales ocupaba para curarse las heridas de guerra con los mixtecos y españoles.
Es popular entre los pobladores otra leyenda sobre el cántico con voces de niños y mujeres al Niño Dios, que sólo es escuchada por aquellas personas que han sufrido la pérdida de los padres o un hijo, lo curioso es que solamente es entonada en la medianoche del 25 de diciembre en una de las cascadas.
También, la tradición oral cuenta que en Año Nuevo una de las cascadas se abre para ofrecer riquezas y alimentos encantados.
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