¿Qué
hubiera pasado si este paraíso no hubiese sido descubierto? ¿Qué sería
del comercio, de los empleados asalariados, de los turistas? ¿Qué
pasaría con nosotros?
Sin
duda, este paraíso era una promesa que pintaba para grandes triunfos
(sin embargo, no se desacreditan sus avances, sino que este proyecto no
ha tenido los mismos beneficios para todos, no es lo mismo hablar de las
riquezas de Tangolunda a las del H3).
Hace
más de 22 años era una esperanza, era la ilusión de un proyecto que
daba para algo más que la expropiación de tierras, de saqueo de gente de
sus hogares.
Las
tierras casi vírgenes que se mostraban como producto de venta
potencialmente rentable, es la muestra que las ambiciones humanas son
más poderosas que el arraigo de la tierra, del hogar y de los pobladores
auténticos de Bahías de Huatulco.
Hoy
Huatulco es uno de los lugares más atractivos, forma parte de la cadena
de valor del turismo nacional y genera millones de pesos en ganancias
para las grandes cadenas hoteleras, restaurantes y centros recreativos.
Es
el tercer destino turístico a nivel nacional y el primero en el estado,
sus más de 2, 852 cuartos de hotel parecen no alcanzar, se necesitan
más espacios, se necesitan más playas que comprar, más cerros que cortar
y más gente que indemnizar, al parecer el turismo es una maquina de
dinero, que llega en mínimas proporciones a la clase obrera y que forja
el sistema el cual sigue polarizando al mundo.
Huatulco
es el salón de fiestas de funcionarios, casa de artistas y semillero de
eventos deportivos, es todo, menos el avance de los que verdaderamente
hacen Huatulco, de aquellos que con su trabajo diario dan la cara por un
país hospitalario.
LOS TESTIMONIOS
Cubierto
entre los árboles, la costa oaxaqueña guarda uno de sus mejores
tesoros, no solo la tierra está afectada por la mano invasora, sino que
la fauna se contempla amenazada ante los edificios hoteleros y las
extraordinarias formas de vida que el humano ya ha inventado.
El
empleo, la actividad de sustento, la forma de subsistir y desarrollarse
es la promesa de un sistema carente de iniciativas, es un rollo que
muchas sociedades a lo largo de la historia se han llevado a la mente.
El empleo en Huatulco es la forma en que muchas personas podrán salir
adelante, pero también es un arma de doble filo, de manipulación y de
doble discurso.
Tan
solo en Oaxaca la actividad turística ocupa el primer lugar en cuanto a
sectores de producción, pero además es el primer lugar en regazo
educativo, sin duda hay una gran brecha. Pensemos, ¿es equivalente?
Hoy,
la forma más frecuente de emplearse es por medio del turismo, el
alimento se encuentra en las carteras gordas de aquellas personas que
tienen la fortuna de salir de casa, de pasar un rato con la familia y
que derrocha miles de pesos en su diversión, es ahí donde se encuentra
la moneda que dará de comer aquellas personas que viven en un paraíso
del cual solo han vivido una mínima parte de la población, es la
dicotomía de vivir en el cielo sin poder tocarlo.
Si
Germán hubiera sabido eso, si sus líneas de expresión lo delataran nos
dirían que las experiencias han sido arduas, que el camino para crecer y
sobrevivir en la jungla huatulqueña es largo y que hay más de una
historia que contar, aquí se vive y se trabaja en las vacaciones y
después hay que apechugar, para llevarla modestamente…
…Cuando
llegué a Huatulco me imaginé que las cosas serían muy diferentes, al
salir de mi pueblo iba con la idea clara de salir adelante, de mejorar
el nivel de vida de mi mamá y de poder estudiar, y pues… cual fue mi
sorpresa, a pesar de que Huatulco no es una gran ciudad, si te presenta
muchas trabas, el sueldo no es bueno, te negrean, te tratan mal…me
desilusioné de este lugar porque todo es caro, pero, que le vamos a
hacer, luego me enamoré de la tranquilidad, de la playa y de mi mujer,
ahora tengo dos hijos, y todavía sigo trabajando para las temporadas y
de taxista…
El
panorama se muestra difícil, si decimos que es por la situación del
país, o por la crisis europea, las elecciones o el tratado de libre
comercio, en fin, un sinnúmero de pretextos que atrasarían el avance
prometido; diríamos que Huatulco no es el único lugar que se enfrenta a
la crisis laboral, a la falta de oportunidades y a la vista reguladora
del gobierno. Solo forma parte del gran montón de comunidades en
desarrollo, y que amenazada por el monopolio del capitalismo corre el
peligro de desplazar su verdadera esencia a las manos de unos cuantos.
Juan,
es un pequeño comerciante que vende artesanías en la playa, lo moreno
de su piel no se debe a que haya nacido en la Costa Chica, sino por las
largas horas que pasa en Santa Cruz, a veces en el Maguey o si hay gente
en la Entrega. Las jornadas de trabajo superan por mucho a las que
trabaja un maestro de primaria, esto sin contar que Juan no tiene seguro
social, vacaciones pagadas o beneficios en las carteras de crédito de
los grandes comercios.
De
su mirada se puede ver la fortaleza que lo ha llevado a ganarse la vida
de sol a sol, de llevarse la comida del día…Me gustaría tener mi propio
negocio, he tratado de sacar los permisos, pero son muchos trámites
como el pago de derechos, y luego ver lo del local, aquí las rentas
están muy caras, y luego hay que invertir, ¿Qué por qué estoy aquí?,
bueno, eso me lo pregunta mucho mi esposa, ella dice que mejor me
dedique al campo, que me meta al programa de Procampo, para que me
llegué el apoyo pa´ sembrar, que me va a ir mejor con la siembra, sirve
que estoy en la casa, con la familia. Pero a mi me gusta el negocio, las
ventas, además no me puedo quejar porque en las temporadas altas me va
muy bien, hasta hago de mis cositas…
El
paisaje no ayuda mucho, las lluvias de los últimos días no dan para
sacar la venta del día. Juan es entusiasta. Pero no el paisaje, el mar
embravecido, y el poco turismo, los cuales le dan muestra que hay que
luchar, que la caminata de este día será más larga y que las cosas en
casa serán hoy más difíciles…Lo único que quiero es que mis hijos
estudien, uno como quiera, pero no quiero que les pasé como a mi, yo ya
no pude estudiar, y a lo mejor si ellos estudian puedan conseguir un
buen trabajo.
Hasta
hace poco, los huatulqueños, los verdaderos, los nativos, eran una
comunidad que no se proyectaba en las grandes ligas del turismo, no a
todos les fue bien con la repartición.
¿EN QUE TRABAJO?
Si
de trabajar se trata, Susana es la experta, a simple vista no se
podrían imaginar en la gran cantidad de empleos en los que ha laborado,
la vida y las ganas de vivir de la aventura la han llevado a más de un
desencanto, pero también la han llevado por el camino de la familia,
sobre todo del amor de sus hijos.
Su
cabellera negra ya pinta algunas canas y a sus 46 años forma parte de
aquellos meseros de experiencia, como los que ido de playa en playa, los
que conocen a cada dueño de los restaurantes, los que han ido a servir a
un banquete de ensueño; de mesera a taxista…
Uuy…
mija, ta bien dura la vida, la verdad la he hecho de todo, de mesera,
taxista, recepcionista de hotel, porque dejame decirte que ahí como me
ves, se un poco de inglés, y pues ahí medio que le entiendo, he vendido
comida para los estudiantes, además que me ido a pescar, ahí en Santa
Cruz tengo unos amigos pescadores que me llevan de vez en cuando a echar
la pesca, sobre todo cuando es la temporada baja, sirve que la comida
siempre se vende…pues que más te digo, la he echo de todo, eso si todo
de manera honrada, me ha costado trabajo. Sobre todo, trato de auto
emplearme, porque no me gusta trabajar en los hoteles de Tangolunda, ahí
te negrean bien feo y para lo que pagan no alcanza para nada, y pues no
me puedo dar ese lujo, imaginate yo con tres niños, y todos en la
escuela…
Sus
manos se cruzan entre si, son la muestra de que la edad y los ajetreos
del trabajo le han hecho unas manos fuertes, las cuales son capaces de
aguantar y cargar de todo, sus ojos un poco cansados pero llenos de vida
le arrancan la sonrisa cuando habla de su tierra, y de las razones que
la llevaron a quedarse en la Costa, esa historia la pone melancólica ya
que de sus aventuras de juventud…
…La
verdad ni me di cuenta a la hora que llegué aquí, yo tenía un novio al
que quise mucho y pues que lo sigo, por que él es de estos rumbos y como
ya no quise estudiar, pues mejor me quedé a trabajar; así empecé de
camarera en uno de los primeros hoteles de Tangolunda, la mera verdad si
pagaban bien, y me gustaba por que el ambiente era muy bueno, además en
ese tiempo ya vivía con mi novio y ya venía en camino mi primer hijo.
…Luego
que me regreso a mi tierra, yo soy del Istmo, soy de Ixtepec, pero
cuando me fui para allá ya no me acostumbré, el ambiente aquí es
demasiado diferente y la gente es totalmente nueva, así que me regreso,
pero sola porque el papá de mi hijo murió en un accidente trabajando de
albañil en un hotel que se estaba construyendo en Puerto Escondido, así
que empecé sola, y mirame ahora ya tengo tres hijos, dos maridos y se
trabajar de todo…
Era verdad, las fotos que tapizaban la pared de su casa daban cuenta de sus vivencias, y la etapa familiar.
Ya
no me acostumbro en otro lugar… si es verdad que aquí se vive y se
trabaja en las temporadas, pero dime, si en otros lugares no es lo
mismo, la diferencia es que aquí se trabaja por ratitos, pero las
ventajas del dinero son muchas, por lo menos a mi me ha ido bien, le
agradezco a Dios por darme trabajo, además mucha gente ya me conoce.
Cuando uno es trabajador, el trabajo solito te busca, es lo que siempre
le digo a mis hijos…
El
trabajo dignifica, ya lo dice un famoso dicho. Es la forma en la que se
lleva la comida a la mesa. Y cuando se trata de sobrevivir, el trabajo
se encuentra hasta debajo de las piedras.
Los
rostros de aquellas personas que han vivido el desarrollo de este
lugar, son los mejores testigos, los que mejor se percatan y los que
tienen la mejor crítica.
MIS VIVENCIAS…
…Si
te contara todo lo que me ha pasado, a todos los lugares a los que ido a
trabajar no termino. La risa nerviosa y la curiosidad del rostro de
Daniel son la presentación de un noven que llegó para quedarse.
…Cuando
llegué a Huatulco, lo primero que hice fue buscar trabajo, y que me
lanzo a la fruta más famosa de Huatulco (ya se imaginarán cual), la
verdad ahí te pintan muy bien, me decían que iba a ganar bien de las
propinas, pero no me dijeron que me pagarían lo mínimo del suelo y que
además de atreverían a explotarme, así que lo dejé, no aguanté porque
era mucho trabajo muy mal pagado.
Así
que traté de colarme a uno de los grandes hoteles de Tangolunda, a ese
trabajo lo llamo de lujo, porque a pesar de que me pagan muy poco es
como estar de vacaciones, ¿sabes por qué? (saca la risita nerviosa y sus
ojos se lanzan hacia el espacio, como queriendo atrapar los recuerdos
con los ojos) bueno, porque en las temporadas bajas el hotel está vacío,
a veces te puedes dar tus escapadas a las habitaciones acostarte un
buen rato, ir a la cocina y comer de todo, y más si te haces amigo del
chef, de las camaristas o de los jefes, que luego te dan beneficios, yo
soy mesero y pues como verás yo saco de las propinas, y aunque a veces
no hay huéspedes en el hotel, trato de sacar a la competencia, porque
entre compañeros siempre las hay.
…A
veces me voy a trabajar a los bares. Los bares del centro ya casi los
recorrí todos, y pues conozco a los dueños, que en ocasiones me han dado
la confianza de encargarme el bar, pero para que eso pase debe haber
mucha confianza.
También
he trabajado de taxista, ahí el rollo es otro, porque te pasa de todo,
desde el turista generoso que te da propina, la chica mala onda que te
trata con la punta del pie, los viejitos histéricos o los ladrones que
te quitan toda la cuenta del día, porque me ha pasado, ya van tres veces
que me asaltan con pistola y toda la onda, por eso dejé el taxi, porque
la última vez me dieron una golpiza muy fuerte que hasta el hospital
fui a dar, así que estoy curado de espantos.
Muchas
son las experiencias, y ha quedado demostrado que se puede vivir de
todo, hay que sacarle jugo a las habilidades y demostrar que no se
necesitan a las grandes empresas para
tener
un empleo, también queda demostrado que la expropiación de estas
tierras no ha traído a todos los beneficios proyectados, este panorama
es frecuente.
YO SÓLO QUIERO TRABAJAR
…Nomás
vengo en las temporadas, es cuando más trabajo hay, ¿Para que vengo?
Mmm, lo primero que me viene a la mente es para sacar adelante la
escuela, yo estudio la carrera de Ingeniería y me mantengo con lo que me
da mi mamá que trabaja vendiendo en el mercado, allá en Juchitán, mi
papá es campesino; y aunque tengo beca del gobierno, pues no me alcanza.
Otra
de las razones por las que vengo cada temporada y si se puede en los
puentes, es porque tengo una hermana aquí, ella aquí se casó así que me
da posada.
Me gusta mucho Huatulco, es una forma de darme mis vacaciones, aquí se trabaja muy duro y trato de sacar todo lo que puedo.
Encontrar
historias de todos aquellos que hacen de la vida de Huatulco una
realidad, la verdadera, de la que se vive y come todos los días, donde
la familia también subsiste y espera las quincenas o días feriados para
disfrutar, y por supuesto de la espera del cliente, del cliente que de
seguro trae la cantidad suficiente para todos y cada uno de los
comerciantes, meseros, taxistas, cocineros, restauranteros, ambulantes,
todos aquellos que construyen una historia en la que Huatulco es una
utopía de prosperidad que solo brilla para los que saben jugar sus
cartas.
DEL AUTOR…
Cuando
escuchas las historias de las personas que laboran a diario en este
lugar, pareciera que te describen otro Huatulco, un Huatulco irreal, del
que nunca imaginaste que marginara tanto las diferencias.
Es
repetitivo el discurso de que la educación es la única solución a tanta
miseria y desigualdad, es repetitivo pero es la mejor formula para
sacar adelante a un estado y por supuesto a un país de la ignorancia.
Conseguir mejores oportunidades, estar informados es una tarea que
tenemos que hacer a diario.
En
épocas de crisis social, de inestabilidad política, de crisis humana,
de insensibilidad y de manipulación mediática. ¿Qué esperamos?
Huatulco,
por las playas que guardas, por la fauna que te suplica un espacio, y
por los espacios que son joyas en venta, por la gente que se forja, por
la que sabe que tu historia es algo más que la expropiación del gobierno
y por la forma en la que te construye.
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